Fermax se ha propuesto dar una nueva vida a los millones de porteros y videoporteros con tecnología VDS que se encuentran instalados en nuestras ciudades. ¿Cómo? Su propuesta se llama Wi-Box y consiste en un pequeño dispositivo que permite a cualquier antiguo equipo VDS conectarse a la WiFi doméstica y trasladar sus funciones a un teléfono móvil. Seguridad, comodidad y movilidad para el usuario. Y para los profesionales, una nueva oportunidad de negocio.

Un pequeño dispositivo para un gran cambio
Wi-Box es un dispositivo de pequeñas dimensiones (80 x 80 x 20 mm) que se añade a la instalación existente y que permite que el equipo VDS se conecte a la red WiFi doméstica a través del router de la vivienda. De este modo el videoportero o el portero de la vivienda se puede comunicar con el móvil del residente. Y esa persona podrá, a partir de ese momento, interactuar con su portero o videoportero en modo remoto con las mismas funciones que si estuviera delante de su equipo en casa: recibir llamadas, conversar, abrir la puerta, llamar al conserje, activar la cámara de la placa, capturar fotos o activar cualquiera de las funciones establecidas en su equipo. También podrá abrir su propia puerta sin llaves, utilizando el móvil.
Comodidad y negocio: todos ganan
Para las familias que ya cuentan con un equipo VDS, las ventajas son más que evidentes porque consiguen ese plus de comodidad, seguridad y movilidad que tanto aprecia hoy la ciudadanía digitalizada. Para las empresas instaladoras, la novedad de Fermax significa la apertura de un nuevo negocio: Wi-Box implica poder regresar a los hogares de los clientes, y ofrecer nuevas soluciones a los propietarios. Se ofrece a un precio muy interesante y funciona con los modelos de portero y videoportero VDS que Fermax ha puesto en el mercado a lo largo de los últimos años.
